Tan tranquilos estábamos en el sofá, esperando a que acabara de hervir la verdurita de la cena, y hablando de recoger luego la ropa entre los dos, cuando vimos una cabeza blanca salir de entre la ropa. Esa ropa (ejem...) llevaba un par de días allí, porque no paramos en casa y si se nos hace tarde, dejamos las cosas para otro día (campechanos que somos, como los Borbones).
Que me desvío. Vimos asomar una cabeza de lagartija por entre la ropa, flipamos, nos miramos, me acerqué en plan cazador de leones, y la vimos salir corriendo y escabullirse entre otras prendas. El susto fue horroroso, no te rías Mary-Anne. Porque inmediatamente nos acordamos los dos de la lagartija allanadora de lechos del verano, y ahora era el doble de tamaño o más... y como que nos dio mal rollo y saltamos a un lado y nos pusimos a planear un (patético, frenético) plan.
Yo le recordaba a Hugo que él era el niño de la casa, y se suponía que los niños cazaban lagartijas (bueno, los gatos también...) y que en este caso no soy tan marimacho como siempre, que me dan mal rollo las lagartijas dentro de casa... Él estaba pegando saltitos de nerviosismo en un rincón de la habitación, y me preguntaba si no tendría un spray mata-lagartijas...
Así que decidí parar, pensar un poco, y cuando estuviera más tranquila, actuar. Llamé a Joan, a contarle la movida, y él se descojonaba imaginándome toda nerviosa y ejerciendo de 'mujer típica' (siempre decía que yo era más hombre que él, cuando estábamos juntos). Me contó sus hallazgos caseros cuando vivía en el campo, con varios gatos que le traían lindas sorpresitas... pero yo seguía sin tenerlas todas conmigo.
Al final, decidí cerrar las puertas que comunicaban con el salón, abrir la puerta de la calle, y atacar con spray mata bichos toda la zona para ver si salía y la podía dirigir hacia fuera. Mi hijo no fue de gran ayuda ("Yo vigilo por aquí y grito si viene hacia la nevera" ¬¬) y la verdad es que me acordé del sueño que tuve en verano, en el cual Zuviëh me venía a salvar de la lagartija... pero no eran horas para hacerle venir a Barcelona, ni mucho menos a Mary-Anne, la defensora a ultranza de las lagartijas...
Varias veces tuve que cerrar la puerta, ya que se oían ruidos en la escalera y no quería que entrasen a curiosear y nos vieran a mí en bragas y con el spray en la mano, a mi hijo gritando y fuera del ángulo de visión lagartijil, y todo el suelo revuelto de la ropa que iba apartando... con un palo U_U Finalmente la encontré en otra zona, entre unos cables eléctricos, y logré sacarla a base de spray (para dirigirla hacia el otro lado), gritos (bueno... me salían del alma) y algún que otro achuchón cuando se ponía tonta.
Agotados, cerramos corriendo la puerta, mi hijo me preguntó "¿Ahora qué vas a hacer, reír o llorar?" -señal de que es la duda que tenía él, así que me reí y llamé a Joan para explicarle cómo había montado un circo pero lo había logrado solucionar. Cuando colgué el teléfono, vi que mi hijo seguía refugiado en el lavabo, y se negaba a salir a cenar (eeeh, que en medio de la confusión supe parar a apagar el gas para que no se quemara la cena, eh?) hasta que le juré que estaba 99% segura de que la lagartija no había estado paseándose por el sofá, y le recordé lo que se había reído de mí cuando le dije del susto que me dio encontrármela en la cama al despertar, hace ya unos meses.
Y no fue hasta que mi hijo se sentó en el sofá, y me fui a la cocina a servir la cena, que se dignara a aparecer el Pira de los c0j0nes...
P.D.1: La lagartija salió de casa por sus propios pies (con ayuda) y seguía viva. Esta mañana no estaba en el rellano jujujuz
P.D.2: Sé que pierdo glamour a raudales con este relato, pero es la cruda realidad
P.D.3: Lástima de podcast ;-)
2 comentarios:
No quiero intranquilizarte pero todo apunta a que no se trata de una lagartija sino de una cría de velociraptor. Huid mientras podáis!!
Y recuerda que... ¡aprenden a abrir puertas! :O
(vamos, a como soy yo, trataría de enseñarle cómo funciona windows, para que me reinstalase el sistema operativo cuando se queda flipado pero... a ver, luego, quién dice "esta boca es mía" cuando no quiera soltar el teclado...
:PP
Sí, con Joan (antes de cazar la lagartija) estábamos bromeando acerca de la posibilidad de que fuera un cocodrilo de los que salen del wc en NY y mi hijo no se deja la tapa levantada desde entonces ;-)
Comentándolo ayer con un amigo, él me contó la que lió al encontrarse una rana muerta en la terraza del restaurante donde trabaja, y como estaba linpiando él, tenía que sacarla. Llamó a tres de las chicas que curraban con él, hasta chantajear a una de ellas para que la sacase ella, con montones de papel y muchos ascos. "Pero yo no me tuve que acercar, jejeje"
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