28.9.15

Del Blackface al Baltasar Pintado, pasando por el Toro de la Vega

Reflexiones a raíz del artículo "Es una burla y una discriminación contra los negros que el rey Baltasar sea un blanco pintado".

Entre 1830 y 1930 había una movida en los teatros de variedades gringos llamada Blackface [1] que llegó a ser muy popular. Actores blancos se pintaban de negro la cara, de forma caricaturesca, y actuaban como  negros. Los blackface eran tontos, ladrones, supersticiosos, perezosos y... eso era "divertido".
Blackface, el tradicional racismo familiar
Espectáculo flagantemente racista, el blackface fue transformándose con los tiempos, siendo la versión más popular los minstrel shows, espectáculos de variedades con personajes caricaturescos y degradantes que repiten argumentos típicos sobre historias de la plantación, "el esclavo y el dandy", o el soldado negro. Allá se consolidan todos los tópicos racistas que siguen vigentes: los negros son tontos y vagos, pero divertidos; hablan raro, les gusta la música y bailar; son supersticiosos, pero viven felices; las mujeres son las clásicas mammys o devoradoras de hombres hiper sexualizadas...

Actores de Minstrel show - Authentic history
Llega el siglo XX y las primeras películas usan el blackface para que actores blancos interpreten todo personaje negro. En los años 1930 empezó a haber quien cuestionaba este uso de estereotipos y de humillación, y desde 1960 ya se considera racista. Aún así, hoy en día sigue habiendo gente que bromea con el blackface, y de vez en cuando aparece un escándalo sobre un instituto o algún grupo de teatro de aficionados que vuelve a hacer una obra basada en el blackface y sus tópicos.

La caricaturización de los negros fue tan habitual en la cultura popular anglosajona que uno de los juguetes más populares a principios y mediados del S XX era un muñeco de trapo llamado Golliwog [2], pura caricatura de una persona negra que seguía la estética blackface. Apareció por primera vez en un cuento, se convirtió en la imagen comercial de productos varios y era tan popular como el osito de peluche. A mí me llegaron a regalar uno en Inglaterra a principios de los '70, no hablo de historia (tan) antigua. Bueno... aquí tenemos los conguitos, qué os voy a contar... A pesar de todo el debate que ha habido sobre el tema, la palabra golliwog se usa todavía como insulto racista, como quien habla de monos o gorilas en España.

Todo esto no justifica en absoluto una tradición de cabalgatas con pajes y rey Baltasar pintados [3], como no se justifica la tradición del Toro de la Vega [4]

Sergio Ramos, con guantes y a lo loco - Huffington Post
No se entiende que en un país europeo, en el siglo XXI, se sigan pintando blancos para fingir ser negros, con la cantidad de población de origen africano, antillano, incluso español cuyos rasgos y color de piel se adecúan a la imagen tradicional de un Baltasar negro. 

¿Cómo viven esto los menores no blancos en ciudades y pueblos donde están tan deshumanizados que ni siquiera los pajes de Baltasar son personas negras, sino blanquitos pintados y con guantes?
¿Cuánto vamos a tardar en ver que el blackface es deshumanizador y otro signo más de colonialismo paternalista, apropiación y humillación?

Gallardon, 2006 - Huffington Post
Por suerte, hay ciudades y pueblos que abandonaron ya hace años esta tradición. Y hay quienes aprovechan las cabalgatas para concienciar sobre el racismo [3], incluido el racismo institucional [3], como la cabalgata de Hortaleza y su largo viaje de Baltasar [3] para llegar a España.

Los Reyes Magos no existen, pero el Baltasar Pintado sí. Es un insulto tanto a negros como a blancos. Es un insulto a la dignidad y la inteligencia de todos. Ya va siendo hora de que abandonemos el Blackface patrio.

Más info y links:

[4] TORO DE LA VEGA