Hace unos diez días me llamó alguien, exhultante al haber podido vengarse de cierta injuria 45 años después, y de la manera más fina.
Hoy me está sentando bien incluso la noticia de que he de esperar hasta abril para cierta intervención menor: acabo de ver la hora que es, y al menos tardaré media hora más en llegar al curro. Hasta entonces, Él no sabrá a qué hora comerá. Y yo, disfrutando de una terraza soleada ;-)
Nota: el título viene de un sketch de Pavlovsky ;-D
2 comentarios:
No sé, pues a mí me parece un poco triste eso de andar esperando para vengarse. Y 45 años... bueno, eso ya es un pasote...
Será que soy un hombre y tengo memoria de mosquito, especialmente para las afrentas...
Pistacho, el tema tenía que ver con su madre y la dieta tan escueta que le imponía durante su infancia(ya que su madre se negaba a comer o cocinar platos que no fueran típicos catalanes, y encima sin legumbres, que no le gustaban).
Mi amigo tiene una madre bastante ...ejem... especial y ahora ha de comer lo que le ponen en el hospital, y hubo una anécdota al respecto que fue memorable...
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