Beber a morro

Ayer M. y yo descubrimos otro punto en común: Bebemos A Morro. Vamos, una chorrada como cualquier otra, hasta que descubrimos que ambas hemos sido machacadas con el tema en casa de nuestras madres, y que ambas nos tomamos la revancha (infantil, pero lujuriosa) de beber a morro a escondidas de las botellas de la nevera de nuestras respectivas.

La cosa es así de patética. Para no oír sermones, de día y en público utilizamos vaso... y por la noche, o en momentos en que toooda la familia está viendo un partido de fútbol o similares, nos acercamos a hurtadillas, abrimos la nevera sigilosamente, nos agachamos un poco para no sobresalir por detrás de la puerta, abrimos la botella y ¡Zas! Trago que te crió. En momentos de pánico hay que procurar no tener gotas de leche, Coca-Cola o zumo resbalando por las comisuras de la boca, ya que en cualquier instante pueden venir a ver qué haces y (aquí está el toque obsesivo que nos ha descojonado comprobar que compartimos) ...tener un vaso limpio cerca para poder decir, si te pillan, que te ibas a servir un vasito (laalalaaaaa)

Comparábamos también nuestras relaciones con 'hombres que lo aceptan' y 'hombres que lo ven una guarrada impropia de una dama'. Yo le hice rabiar, contándole cómo Joan (1) , Hugo y yo habíamos llegado a 'rular una botella' como quien hace circular un porro (o eso dicen -niaanananiaaa) algún domingo medio dormidos. En cambio, A., su novio actual, no soporta estas guarradas y ella se ve obligada al truco del vasito en el mármol cuando anda él cerca. Con Nate, también me ha pasado aquello de estarme esperando en la cama, y yo 'voy un momento al lavabo', abro la nevera... y se oye "¿No estarás bebiendo, no?".

El gran susto me lo dio una vez que cerré la puerta de la nevera, con la botella ya en la boca, y me encuentro a Nate, vaso en mano y sonrisa radiante.


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(1) En cambio, lo que no aguantaba Joan era que le sirviera los cubatas (y, al final, cualquier vaso de lo que fuera) con el vaso apoyado en la nevera. O sea: Abres la nevera con el vaso (sus hielos, etc ya dentro). Pones el vaso de pie, en el espacio de 'suelo' entre el verdulero y donde cierra la puerta. Coges el whisky. Lo echas en el vaso. Coges la Coca-Cola. La echas al vaso. Coges el cubata, cierras la nevera y o bien te lo bebes, o bien se lo das con sonrisa radiante a tu novio.
El problema era que él insistía que había mayor riesgo de vuelco. Pero el que tendía a volcar cosas era él, no yo X"D