No he bebido en exceso, me he controlado. Quizá si hubiera estado sola en casa me hubiera estado comiendo la olla hasta estas horas, de todos modos.
Pero... En un bar al que casi fui dos veces, pero me quedé en la puerta...
Hoy fui con una clienta habitual, más temprano que lo propuesto hace meses. Volvimos para 'la última'. Y estaba Él. Divino. Genial.
Me deseó buena suerte, me conoce tanto en la esfera privada como en la profesional. Entendió que mejor no dejarnos llevar hoy. Pero dejó todas sus moscas primaverales y se dedicó a revolotear por mi zona.
"Tú y yo nos conocimos en un curro de mieeeerda, pero han pasado muchos años y sabemos lo que hacemos. Los dos nos podemos equivocar drásticamente al aceptar algún trabajo, pero esto suena bien, y si estás decidida, ves a por ellos. Mete un talón, que no te sobresalte el primer vaivén" y de ahí ya fue degenerando el discurso.
Y, al final, tras carantoñas y mimos varios, 'cada oveja a su corral' y 'nos vemos muy pronto'.
Eva, descojonándose al ver finalmente el motivo de mis desasosiegos.
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