La cena fue perfecta (la comida, los vinos, el servicio, el local... incluso cómo habían ocultado los paquetes de regalo para que los pudiéramos sacar en el momento estratégico y repartir la Dire y yo) y tanto anoche como esta mañana, nada más llegar al trabajo, me han felicitado por mi elección. El menú (para los gourmets de la casa) fue el siguiente:
CALDO DE TRUFAS, CIGALAS Y PURÉ DE PUERROS
FOIE POELÉE CON PALO SANTO
LUBINA CON HOJALDRE DE CEBOLLA, MERMELADA DE TOMATE Y OLIVAS NEGRAS
* * *
COULAN DE CHOCOLATE CON HELADO DE AVELLANA
CAFÉ Y MIGNARDISES
* * *
Vinos:
SILENCIS, D.O. PENEDÉS
AZPILICUETA, D.O.C. RIOJA
Lo bueno es que toda la juventud de la empresa (las 12 chicas menores de 30 años) está comentando lo hechas polvo que están hoy tras acostarse tarde entre semana (nos despedimos sobre las 2) y yo, la verdad, como si nada. No sé si eso es bueno o es malo, porque significa que mi cuerpo está acostumbrado al alcohol y la falta de sueño... En fin, me estoy fresca como una rosa pero aprovechando el beneplácito de la supuesta resaca corporativa ;-)
Por cierto, el regalo que nos preparó el Director General por sorpresa es genial: a ver si le saco una foto, que no he encontrado nada parecido en San Gugli para postearlo.
3 comentarios:
Eso significa que el vicio y el desenfreno sensorial son hábitats que conoces y dominas. Has superado el punto de no retonnno :P
Me alegro mucho (o sea, de que sobrevivas, vaya).
:PPPPPPPPPPP
No hay que comer foie, si te refieres a foie gras. Maltratan a las ocas. Es una salvajada.
Lo demás suena muy bien, slurp.
Bonito ver también que no es verdad la leyenda de que los catalinos no quieren consumir productos de "fora". (Por el Rioja)
No, era hígado con palosanto (o caquis, o... no sé, llaman ese ruto de tantas maneras)
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