Hoy voy a dedicar la tarde a despedirme de él. Mientras mi hijo esté en colegio, yo estaré junto a él, deseando que su nueva vida, finalmente legalizado aunque en un pueblo extraño y extrañado, sea como siempre deseó.
Un amigo/amante que lleva años en Europa intentando encontrar un contrato con el cual legalizar sus papeles por fin ha encontrado un puesto, humilde pero que le abrirá las puertas al proceso de legalización. Llevábamos meses buscando alguien que le contrate, y no había manera. Y él, que quiere vivir su juventud sin desperdiciar su talento, pero se veía abocado a los pisos de inmigrantes abarrotados de paisanos no-bebedores, no-fumadores, y en la práctica borrachos a escondidas qeu le señalan con el dedo si le ven tomando una caña en una terraza con algún español. No digamos si es una española, entonces le rodean sonriendo estúpidamente pr si cae algo.
Una vez más, empezar de cero. Sin amigos, sin conocidos, y encima, como dice él, 'en un pueblo donde todos son blancos, en todo el día que estuve paseando por ahí sólo vi a un negro, y era en el mismo restaurante!!! No veas como sonrió al verme, por fin otro no-caucásico!!!'. Claro que la distancia no es enorme, que algún día nos podríamos llegar a ver, que hay el teléfono y el messenger... pero se vuelve a cerrar una etapa.
Agridulce despedida, por fin logra lo que buscaba durante tanto tiempo... pero será en un entorno totalmente ajeno. Y volverá a empezar. A ganarse a la gente con su dulce sonrisa, a engancharse a su portátil para no ver que le llaman Paki (no los soporta, son pueblos antagónicos) y a beber lejos de los ojos escrutadores de sus omnipresentes primos.
Buena suerte, I. ;)
2 comentarios:
Acabo de volver de 'nuestra despedida. Íbamos a pasar la tarde juntos, en casa, pero no tuvo tiempo: los últimos papeleos, las últimas coladas, atar cabos en Barcelona...
Nos vimos en el centro, fuimos a tomar un café con un amigo suyo. Cuesta disimular que, además de alegrarme por él y por haber logrado por fin salir del ghetto, hay también un cierto reparo, disponiéndome a perder el contacto, aunque diga que me lo contará todo por e-mail si no hay messenger disponible. La despedida fue fría porque estábamos ante un *paisano*. Pero su sonrisa era tan cálida como el primer día.
Como pequeño guiño, nos habíamos citado en el mismo día que la primera vez ;)
..Era en el mismo lugar que la otra vez, está claro ;)
Ya ha vuelto, además de las visitas corriendo los días libres, de vez en cuando.
Ahora trabaja en Barcelona :D
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