Quedamos en que aceptaba el reto de asumir, durante una semana, que la gente obraba con buenas intenciones, para ver si realmente se me hace más llevadera la semana.
De hecho, al estar fuera media semana la persona que me suele crispar más, el experimento pierde representabilidad, pero sigamos con él.
Día 1.
Tengo que entregar una caja con formularios a una investigadora del hospital de al lado. Habíamos quedado en entregarla sobre la una. Llamo diez minutos antes y me dice que está en una reunión, que si acaso se la lleve a la sala en la que está, que me la dice corriendo y no la entiendo. Le pregunto cómo llegar y me dice que lo pregunte en recepción. Está claro que le ha llegado el rumor de mi gran sentido de orientación y mis dotes adivinatorias :D
Lord Zoltan me avisa por gtalk que sale una foto mía en El Periódico de Catalunya, así que me meto a ver la versión impresa en PDF y me encuentro con que
La fotocopiadora "industrial" (hiperrápida y que te grapa los juegos de copias como quieras automáticamente) me ha vuelto a estar
Hugo iba a invitar a un amigo suyo a comer, para resarcirle por los muchos bocatas compartidos durante el curso y alguna invitación de su abuela, y pensó en llevarle al restaurante senegalés al que va él con su padre a veces. Me pareció muy buena idea, así que le presté 5€ por si le faltaba algo (lo había calculado muy justito). A la hora de comer me llama para decir que su amigo no podía ir hoy, ¡así que iría a comprarse con ese dinero una caja de LEGO que tenía fichada! Le pregunté cómo es que no van el miércoles, que es cuando suelen comer juntos, y dijo que el miércoles le pediría dinero prestado a su amigo para invitarle. Claro, se lo prohibí, que no son maneras, que esperara a cobrar un trabajito de esta semana ayudando a un amigo a limpiar una casa tras pintarla, y dijo que no, que iba a comprarse el LEGO, poniendo a prueba mi serenidad y ecuanimidad :)
Creo que por hoy basta. Seguiremos informando :P
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