Nunca aprenderé (Martes: uno)

00:03 Me llega el sms de Joan por el cumpleaños de Hugo
00:07 Me doy cuenta de que no le había hecho una tarjeta
00:12 Con varios cachos de cartulina y cartón, rotuladores, tijeras, y un Squirtle de plástico para copiar, empiezo mi tarea
00:18 Me doy cuenta, con el sofá lleno de recortes de papel y cartulina, de que no tengo pegamento para papel. Emprendo la búsqueda de algún resto de pegamento aceptable entre los estuches y los rincones de manualidades...
00:35 Me acuerdo de una muestra de un 'rollerpegamento' mortal de necesidad, traido de Exposecre (qué vergüenza más grande, dioh mío) que medio funciona
01:40 Me voy a dormir, escondiendo los regalitos y la tarjeta al lado de mi hijo bajo el trapo de la playa y descanso un ratillo
07:15 Se despierta el cumpleañero. OoooooOooooOoooh qué ilu que le haya puesto los reagalos en la cama tapaditos para que los encontrara nada más levantarse. OoOooOoh qué guay soy porque le he hecho una postal tan maravillosa
07.50 Me empiezo a arrepentir seriamente de uno de los regalos, cuya musiquilla ya me está poniendo de los nervios
08:20 Desayuno Especial: Tarta Mármol con Aromas de Limón Cítrico del Lidl (TM) y yogur líquido de Frutas del Bosque, que le molamuchomama. Vale, pero deja de jugar con la maquinita esa.

Claro, con ese panorama tuvimos que pillar un taxi-último-momento (09:45) para llegar a la visita que teníamos en el médico a las diez, en la otrísima punta de Barcelona.