Jajajajajajajajajajajaja
¿Pero pa' qué queda esta chica con Malena, si nunca aparece? se preguntarán los más avispados.
¿Pa' qué? ¡pa' cagarla! Nervios, cabreo, tropecientas llamadas y mensajes en vano, y acabamos comiendo en su japo en lugar del nuestro, bastante más barato, por si acaso aparecía.
Y corre, corre, que tenemos que ir a casa de los abuelos para la fiestimerendola familiar. Tren (hora y media aprox.), bus, corre corre al bar de Angelo, el amigo que viene a merendar, corred corred a casa de la abuela, y aaaaaaaaaaala, a prepararles juegos improvisados porque de pronto sí es una fiesta y han invitado a las dos niñas de la casa de al lado, pijitas a más no poder pero que acaban siempre 'enganchadas' a mí.
Jué, qué cansada estaba al volver a Barcelona en tren, tras tres horas de corretear y animar a los críos para que no se apalanquen delante de la tele y a mi madre le de un patatús. Y yo sin probar el
Grrrrrrrrrrrrrrrr ¬¬
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