7.9.05

Nunca aprenderé (Martes: dos)

...Y había quedado con Malena para comer en un japonés, para celebrar el cumple de mi hijo.

Jajajajajajajajajajajaja

¿Pero pa' qué queda esta chica con Malena, si nunca aparece? se preguntarán los más avispados.

¿Pa' qué? ¡pa' cagarla! Nervios, cabreo, tropecientas llamadas y mensajes en vano, y acabamos comiendo en su japo en lugar del nuestro, bastante más barato, por si acaso aparecía.

Y corre, corre, que tenemos que ir a casa de los abuelos para la fiestimerendola familiar. Tren (hora y media aprox.), bus, corre corre al bar de Angelo, el amigo que viene a merendar, corred corred a casa de la abuela, y aaaaaaaaaaala, a prepararles juegos improvisados porque de pronto sí es una fiesta y han invitado a las dos niñas de la casa de al lado, pijitas a más no poder pero que acaban siempre 'enganchadas' a mí.

Jué, qué cansada estaba al volver a Barcelona en tren, tras tres horas de corretear y animar a los críos para que no se apalanquen delante de la tele y a mi madre le de un patatús. Y yo sin probar el champán cava que habían prometido, y que no me extrañaría se bebieran mis tíos y hermana mientras estaba yo en el jardín con los críos...

Grrrrrrrrrrrrrrrr ¬¬

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