22.7.05

Sucesos cotidianos


15:03h, de un día cualquiera. Voy caminando por la Vía Augusta, apurando el paso en el semáforo parpadeante y mirando la hora en el móvil. Llego ligeramente tarde, pero no me lo tendrán en cuenta, dadas las horas que dedico a acabar proyectos urgentes.

Vigilando que los coches no arranquen antes de tiempo, de pronto siento un golpe fuerte y una sacudida. Unas garras de buitre se enredan en mi cabello, me levantan y me depositan en lo alto de la palmera de un interior de manzana próximo.

-AARGH! AAAAAAAARGGGGGH! Dice el buitre.
-ARGH! ARRRG! Respondo, con un ligero acento extranjero. Nunca llegaré a dominar la lengua de las arpías.

Son los gajes de ser La Maestra. Mantener a la Emperatriz del No-Futuro-Oscuro a raya, como mi Pequeño Saltamontes, exige un esfuerzo hercúleo y una atención constante. Mi Pequeño Saltamontes tiene un poder comparable a La Novia, pero necesita ejercitar diariamente su autocontrol. Eso, y cortarse las uñas.


6 comentarios:

malaputa dijo...

A mí todavía me queda mucho por aprender de la lengua de las arpías, es lo que tiene vivir en una maravillosa burbuja de ingenuidad :P

Zuviëh S.F. dijo...

Ô_Ô esto...

Okok dijo...

MALAPUTA: Si, ya te leo, ya...

ZUVIËH: Vale, lo de las uñas quizá sobraba XDDDD

Süßigkeit dijo...

ei xD te estaba leyendo post atrasados y ya he comprendido el comentario que me dejaste de bloglines... jajaja
yo también lo quiero!

Zuviëh S.F. dijo...

¬¬" lo de las uñas, curiosamente es cierto...

Okok dijo...

Lollipop: ¿Ves como no estaba siendo tan oscura? XD

Zuviëh: Es lo que tiene ser una arpía :P