Siguiendo con el tema, y viendo que la
escuela de cine que promovió el corto tampoco ha contestado al email que envié el miércoles, pidiendo que me pusieran en contacto con Santuago, comentaré un poco cómo vivimos el rodaje del corto.
INTRO: Como dije antes, ante todo para mí fue una experiencia positiva que podía vivir Hugo. Pero cuando nos presentamos al cásting, fue pensando que haría de secundario -no tenía experiencia interpretativa alguna- y sin embargo fue elegido protagonista. Vale, Hugo es muy expresivo y fotogénico, pero de ahí a ser un gran actor... A ver, como madre me toca decir que sabe actuar cuando le interesa, y que no lo hizo tan mal para ser la primera vez. Pero, al ver los rollos de película, o al ver el montaje casi finalizado, yo sufría y preguntaba si no sería mejor repetir ciertas escenas. Pero el orgullo de director se ve que es superior al orgullo de madre, y donde yo veía interpretaciones flojas y poco creíbles, él veía un actorazo. Bueno, es
su película, que decida él. Pero estoy bastante convencida de que su nominación a los Goya ha sido un tema
políticamente correcto, porque por la calidad de la cinta, no es. Mal debería estar el panorama español si no hay más cortos que presentar.
RODAJE: El rodaje supuso a Hugo perder bastantes horas de clase, pese a haber acordado previamente que serían sólo dos tardes y el resto fuera de horarios escolares. Pero era imposible coordinar a todo el equipo técnico, más los actores profesionales -Emilio Bouale y Vicenta Ndongo- a las horas y días acordados. Vaaale,
el cine es asín. Como al final perdía muchas horas de clase, tuve que acordar con la profesora unos deberes especiales para mantener el ritmo de la clase, y además coordinar desde Esplugues, donde estaba trabajando, las recogidas en la escuela o desde casa de mi novio para ir a rodar -fin de semana, por la mañana temprano, a media tarde, de noche hasta la madrugada... Un par de veces, avisada la profesora de que iban a recoger as Hugo a tal hora, luego no aparecía nadie y la bronca la tenía yo. Y, desde luego, varias reuniones con la profe porque ella no consideraba que fuera bueno para el niño, que lo estaba desconcentrando de los estudios, mientras que yo sabía que le estaba yendo muy bien emocionalmente -hacía relativamente poco que había cortado toda relación con su padre, y era algo totalmente nuevo en que pensar y olvidar los malos rollos pasados. Estuve en el rodaje alguna vez, y el equipo -alumnos de la CECC- era muy agradable, y Hugo se sentía muy arropado. Pero la falta de previsión y de coordinación hizo que se alargara mucho, entrando ya en Semana Santa, teniendo que cambiar planes familiares... Y teniendo por lo tanto que dar explicaciones a mi familia también.
SINOPSIS: Mateo (Hugo) es un niño español de raza negra -sus padres están plenamente integrados, él es paleta y ella creo que ama de casa- que empieza a ir a colegio y se encuentra por primera vez con el rechazo a su color. Le llaman Cara Sucia y le dicen que su color es porque está sucio, que no toque los juguetes de los demás porque mancha. El niño no dice nada de esto en casa, pero va imaginando distintas formas de blanquearse -bromas rollo Jacko aparte- que van haciéndose menos inocentes y más dañinas, hasta que los padres se dan cuenta de que algo le ocurre en el cole.
POST-RODAJE: Para empezar, les costó unos dos o tres meses acabar de devolverme toda la ropa que les había prestado para el rodaje. El coche de radiocontrol que se le había prometido a Hugo como agradecimiento tras el rodaje, todavía no ha aparecido. Tras toda la implicación en el corto durante tantos días, se nos dejó colgadísimos y sin información salvo encuentros esporádicos y, a menudo, casuales. Y la gota que colma el vaso es que el año pasado vimos el corto casi acabado, en la sala de visionado del CECC, y nos dijeron que nos llamarían para el estreno, y no hayamos sabido nada más hasta que mi amigo viera por casualidad el cartel en el Verdi.
CONCLUSIÓN: Menos mal que me lo tomé desde el principio como una oportunidad única para mi hijo de vivir una experiencia en el cine, aprender a responsabilizarse y comprometerse... Y que ante cualquier promesa de futuro ya parezco tomista.