11.4.05

A falta de plan, buenas son tortas Mikados

Este fin de semana, sorprendentemente, no habíamos planeado hacer nada. Y digo sorprendentemente porque antes solíamos pasar muchos fines de semana tirados en el sofá, pero ahora Hugo está más activo y le tengo que proponer planes. Cómo estaría el patio como para que le propusiera una Competición de Dormilones: el viernes, al ver que llegábamos tarde al cole por enésima vez, le propuse hacer una competición el sábado, pero bien montada: con sus reglas, con comida y bebida mínima al alcance y con un plazo máximo en el cual se declararía EMPATE.

----Viernes----
El hecho es que el viernes por la mañana me llamó I., que venía a Barcelona y quería comer conmigo. Me preparé para lo que viene siendo habitual con ella: empezar la comida con ella ya medio puesta, y acabar degradando la conversación y agotando el humor a medida que vaciara las botellas. Sin embargo, al llegar al Fortuny, estaba bebiendo una cerveza sin alcohol! Le vi los ojos rojillos, y le pregunté asustada si es que ya no podía más pero no, que se había tomado sólo dos antes de venir a Bcn y ahora iba de sin. Pasamos la tarde por la Boquería, comprando libros de filosofía en el CCCB, paseando por el parque... hacía más de un año que no había podido disfrutar de una tarde así con ella. Así que cuando me propuso acompañarla al laboratorio, a recoger a su marido (no, no es un ratoncito blanco, es biólogo :P) para ir a su casa a cenar, acepté en seguida.

----Sábado----
La tormenta y la pereza de coger el tren de vuelta tras cenar nos hizo postergar la Competición a Hugo y a mí hasta el domingo, y quedarnos en Terrassa a dormir. Por la mañana, tras explicarle por enésima vez a la madre de I. por qué me vestía así y que no, gracias, no quiero que me regale una blusita suya, ya me gusta la ropa que llevo, me llama E., para tomar el vermut en Gracia a las dos y media. Volvemos a casa, damos de comer al gato, y vamos a buscar a E. Acabamos comiendo con ella y su novio, tomándonos dos botellas de vino entre los tres, y al dejarles me llama X., que iba al CCCB a ver qué tal estaba el festival de acción mediática y entretenimiento radical THE INFLUENCERS. Claro que vamos, quedamos en el Mirinda... y la camarera nueva es una amiga que no había visto en meses! -Al final, sólo vimos los montajes de Eddo Stern. Bueno, eso y comprarme dos chapas de a euro, que me definen bastante últimamente ;D


----Domingo----
Finalmente, en casa ya, preparamos la movida para la competición del domingo. Llevamos a mi dormitorio los elementos básicos de subsistencia: zumos de tetrabrick individuales (6), barritas energéticas Special K (6, idea de Hugo) y una caja sin estrenar de Mikado (gran juego, grandes galletas)


Las Reglas:
  1. Sólo nos podíamos levantar un máximo de DOS VECES para ir al lavabo. No valía hacer nada más (nevera, coger lectura o juegos...) durante esas dos visitas.
  2. Nos racionábamos la comida y como única distracción teníamos lo que habíamos llevado a la cama: él su Gameboy y yo mi libro.
  3. La idea era ver a quién le gustaba más quedarse en la cama, y quién estaba haciendo un mayor esfuerzo por levantarse temprano cada día. El que cediera antes y saliera de la cama, perdía.
  4. Por lo tanto, cada uno tenía que prever si iba a necesitar algo, ya que no podríamos levantarnos luego ni hacernos chantajes emocionales para ganar.
  5. Tiempo máximo de la competición: 20 horas. Sí. Desde la 1 de la madrugada del sábado hasta las 9 de la noche del comingo.

Hugo estuvo a punto de ceder varias veces a partir de las 5 o así de la tarde. Yo reía y le decía que aprovechara para dormir un poquito más, y le daba la espalda fingiendo (o no) dormir más. Y cuando se agotó la batería de la Gameboy, y no tenía el cargador a mano, le costó aún más no levantarse.

Resultado final: Empate. Nos levantamos a las 9. ¿Y esta mañana? Pues no creáis que se levantó muy temprano X"D

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