Para empezar... He intentado evitarlo para no ponerme tan pesada como con las elecciones españoles y mis varapalos contra Aznarín de la Mancha Oscura y compañía -pero mientras desayunaba se me fueron formulando demasiadas reflexiones. De hecho, creo que en honor a mis lectores guiris en O.K., O.K.! y aquí, lo traduciré o versionaré al inglés también. Algunos ya me han estado preguntando cómo es que no he hecho un seguimiento político (los que me conocen, ya saben cómo me lo tomo y esperaban mis encendidas críticas... pero es que me entra una acidez de estómago que... me afea el cutis :P. )
Ya no hay la excusa habitual, aquello de que Bush no representa a la mayoría de los estadounidenses. Su victoria ha sido abrumadora, con 58.800.000 votos.
Vale, como comenté hace poco a alguien, me queda Woody Allen, me queda Tim Burton, me queda Tarantino, me queda Lenny Kravitz, toda una cultura beat, el avance tecnológico y científico, la cultura del espectáculo, los FX, la música... Me quedan amig@s como Marina, Nate, Tony... pero realmente, hay cada vez más motivos para mirar a los Estates por encima del hombro. Generalización impropia de mí, pero en la que se acaba cayendo. Jartita estoy de defender la gastronomía estadounidense, no los Mac Donalds y similares, tras tener un affaire largo con un americano muy buen cocinero... Igual que ya vale con lo de meterse con la gastronomía inglesa... omitan risas y comentarios al respecto, que estoy alterá con lo del Bush, cohones...
Bueno. Lo que quería comentar realmente era otra cosa:
El hecho de que una gran parte de La Vieja Europa, no sólo la de tendencias izquierdistas, esperaba que hubiera un cambio en el poder. Tanto en terulias pseudointelectuales, como en los bares del metro (bueno, vale, ayer pregunté "¿cómo van?" a unos de mis camareros favoritos, y acabamos llegando tarde al colegio porque con la exhaltación en nuestros comentarios se me olvidó que llevaba al peque al cole...) o en editoriales y artículos de sesudos diarios, se esperaba con una extraña fe que Kerry lograra vencer a Bush.
En todo caso, hay una cosa que a mí personalmente me sirve de consuelo: La reacción diametralmente opuesta que ha causado en EEUU la intervención pre-electoral de Bin Laden, comparándola a la española por el famoso atentado pre-electoral. Que se callen ya los Ppeppito Grillos, que dejen de ladrar que el voto se decantó por el atentado. Fue por su soberbia, su chulería, su total falta de ética o moral, de rigor profesional... por su actuación durante los últimos 4 años desde que se pusieron la mayoría absoluta por montera, culminando en un climax de oscurantismo y manipulación.
¡¡¡Miedo me da lo que hará Bushito Junior ahora!!!
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