Voz_de_Marilyn

Me pasa a menudo en el trabajo. Hay gente que parece engancharse a mí por teléfono. Me ha pasado en todas las oficinas en las que he trabajado (es decir: tres! :-P ) y con más de una persona.

Parece ser que pongo un voz muy agradable y que empatizo muy bien. Eso se supone que es bueno, y no pienso cambiar de tono ni de timbre de voz, ya que odio el tonillo agudo y cansino de las típicas "voces al teléfono". Paso.

Además, con esa dosis de glamour telefónico inconsciente (voz_de_Marilyn, que decía siempre una compañera) escudo un poco mi voz baja o mi falta de vocalización cuando estoy hablando y cotejando datos a la vez. Así, en lugar de distraída por estar haciendo cuatro cosas a la vez, parezco estar susurrándole al oído al representante, cliente o telefonista de turno una versión softcore de sus balances de pagos o del pedido de agua para la semana que viene.

En la empresa de moda ya me había dado cuenta de que creaba esa extraña adicción en hombres y mujeres muy diversos, tanto clientes como representantes o proveedores, que me llamaban a menos una vez por semana sin motivo aparente y me contaban hasta sus problemas menstruales (ellas) o sus discusiones de pareja y torneos de golf (ellos). Pero el momento en que me estalló realmente esta faceta encantadora fue cuando se me quedó prendado un turco, mayorista de tejidos adamascados, que me empezó a llamar casi cada día pese a no ser yo la persona de la empresa con la que tenía que hablar por temas laborales, y que llegó a llamarme por San Valentín, momento en que le mostré lo poco dada en celebraciones cupideras que soy respondiendo a su "Bonito día hoy, ¿no?" desde Turquía con un sentido "Pues en Barcelona está lloviendo" antes de darme cuenta de la fecha y de que era el único hombre que se había acordado de mí ese día -o que se atreviera a mencionarlo :$ Con el turco ése y lo exagerado de su pasión por mí, se destapó la olla y empezó a correr el rumor y las risas acerca de mi voz de Marilyn. Ja. Por cierto, también era habitual que me dijera algún representante o agente nuestro y muchos de nuestros clientes que yo era la más profesional del equipo, y que era por eso por lo que querían hablar siempre conmigo. Ahora que, de ahí a llamarme para contarme las trastadas de su socio, que resulta que es su ex, y que ahora una clienta que yo conocía es su nueva mujer...

Llegó el momento de cambiar de aires, y se me enganchó el contable de la sede central, que fue motivo de burlas y risas no ya de compañeros sino hasta de nuestros superiores, porque el tío llamaba más a nuestra pequeña sucursal para cotejar alguna chorradita que a las sucursales grandes y de mayor actividad. Incluso llamaba, y si atendía otra persona al teléfono se cortaba y decía que ya llamaría más tarde. Hombres...

Una nueva oficina y un nuevo colgado, por así decirlo: al menos tres llamadas diarias, a no ser que esté muy, pero que muy liado, con trabajo atrasado, que entonces me hace sólo una llamada cada dos días con una excusa u otra. ¡Y lo que le gusta que tengamos que resolver algo a medias! Sus llamadas no bajan de los 30-35 minutos cada vez, incluso han sido motivo de bronca de mis superiores porque le dedico demasiado tiempo que debería utilizar para postear reclamar impagados o actualizar bases de datos de currículos, las dos tareas que ma´s me agobian. Pero como hablamos por temas laborales, pueeees...

Y hoy creo que la ha cagado: no ha logrado justificar por qué su versión de cierta deuda no casa con ninguna versión en papel ni en formato electrónico, ni con la memoria selectiva de mis superiores -la jefecilla sólo recordaba "que hubo mucho lío con eso"- así que le supo agridulce la mañanita de llamadas cada media hora para contrastar datos inconexos. Eso sí, me llamó tres veces más por la tarde a decir que no había encontrado ningún dato nuevo XD

¿Un secretillo? Sigo enganchada a la voz telefónica de mi ex, que es otro que tal baila y que tiene a las chicas de la central de su empresa loquitas por su voz.

Y que luego cante yo tan mal... ¬¬

CATEGORIA: MARDITAOFICINA - LAVIEENROSE - PETARDIVA