Que no

Nada. Que no.

Que no nos entendemos. Imposible. Olvídalo.

Lo intento. Bueno... a veces, de vez en cuaaaaaaaaaaando... lo intento. ¡Pero es que me quitas las ganas!

No. No Nos Entendemos.

Lo siento, es una putada, pero no hay manera. Algo ha cambiado, algo pasó.

Con lo que nos divertíamos juntos, las horas que pasábamos riéndonos en una terraza de bar, con unas cervecillas, un poquito de sol de primavera y el espectáculo de Los Otros.

Nuestras dudas de Por Qué La Gente Lleva Bolsas De Plástico, nuestras risas ante la cantidad de marujas con bolsas de papel, de tiendas de buen nombre, y super arrugadas de haber sido dobladas y guardadas y utilizadas una y otra vez, porque "visten mucho".

Nuestras noches de amor, pasión y risas. Tus coqueteos estrambóticos, pavoneándote por mi casa mientras yo intentaba concentrarme en la traducción de ese capítulo de ese librito sobre la impotencia...

Nuestra sensación de ser omnipresentes. Nuestro curioso pasado entrelazado, amigos comunes para bien y para mal. Nuestras estrambóticas presentaciones a los pocos amigos que no teníamos en común y que eran De Aquella Época.

Nuestros mosqueos cuando alguien nos asignaba el rol de parejita, y nuestros mosqueos cuando se abría la veda del coqueteo Si No Sois Pareja. Tus remordimientos pese a saber que te decía la verdad.

Tus tontas manías textiles, tus paranoias de viejo verde que no te dejaban acompañarme a la playa nudista porque te imaginabas montando un escándalo.

Tus fantasías acerca de mis cincuenta novios, tu forma de empujarme hacia el que sí fue mi novio, tu regreso cabizbajo como amigo hasta que volví a estar sola, y tu vuelta triunfante al papel de Amante de Confianza.

Pero ya no. Ya no hablamos, ya no nos entendemos, y juraría que no soy sólo yo la que evito tus llamadas.

Y sí, nos echamos de menos, nos extrañamos, pero nos vemos y no es lo mismo.

¿Desde cuándo?

¿Cuándo dejamos de ser amigos para convertirte en mi padre?

¿Cuándo empezamos a desviar la mirada y subir el volumen del televisor?

¿Cuándo un "me voy a la cama, te espero ahí" dejó de ser una insinuación para ser una huída?

¿Cuándo empecé a notar cómo me molestaban tus manías?

¿Cuándo empezó a agobiarte que yo no supiera ni quisiera adaptarme a vivir en pareja?

¿La llamada perdida de anoche era tuya?

Lo siento.

Te echo de menos.

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