Tras limpiar de humos la oficina, la fábrica, un 2 % de los bares y alguna que otra playa, vienen las calles sin humos.
En N.Y. se mira mal al fumador callejero; en esta ciudad están cogiendo gusto a legislar contra los Actos Incívicos -que cada día parecen ser más.
En el Ensanche propongo que se siga el modelo circulatorio (en una de cada dos calles) pero en el casco antiguo, el de los bares ;-)
Nota: Post dejado en borrador y que se me olvidó publicar tras la época en que me cargué el blog y lo recuperé...
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