Si todos los trabajos siguieran las reglas del artisteo

Pongamos que los administrativos fuéramos tan interesantes como los artistas, y que un técnico de gestión y apoyo al investigador siguiera las reglas de un cantante o director de cine.

• En la memoria científica que estoy preparando hoy, habría un apartado redactado íntegramente por mi amigo brasileño, escrito en portugués y sin que se haya leído los informes previos. Esto sumaría tres puntos más de interés al presentar la memoria.
• Otro apartado podría estar escrito por mí, pero con una de cada cinco frases escrita por mi compañera de estudios, con una oratoria envidiable pero sin conexión con el proyecto que estamos justificando. Punto y medio más.
• Dejaríamos en catalán todo lo relacionado a proyectos autonómicos, y añadiríamos un escueto resumen, mal traducido, de lo que dice globalmente ya que al ser otra lengua, carece de interés.
• Para que la memoria quedara como yo la había planeado, escribiría un apartado en Barcelona, otro en París, otro en Sao Paolo, otro en Nueva York y luego los uniría todos en el despacho de un amigo mío en las Seychelles.
• En el listado de proyectos y publicaciones del grupo de investigación, podría añadir un par de talleres que hizo mi amigo el artista plástico y multimedia. No es de nuestra unidad, ni ha pisado el edificio, pero nos conocemos y yo he visto alguna de sus obras. Dos puntos más y guiño al público revisor.
• Introduciría sin venir a cuento varios párrafos de auditoría económica del patrimonio catalán, elaborados conjuntamente con mi amiga que es administrativa de patrimonio en la Gene. Tres puntos más por osadía y versioneo de trabajo ajeno.
• Mencionaría entre los miembros de la unidad a mi amigo músico y colaría una frase de alguna de sus canciones. La gente querría leer el informe sólo porque sale su nombre, y por ver qué frase es la que he colado y dónde la he insertado.
  
• Para celebrar que hace veinte años desde mi primer empleo de verano, colaría en alguna parte la frase con la que saludaba a los usuarios del aeropuerto de Girona, y pondría una foto de mi uniforme como azafata de conciertos en el casino de cierto pueblo turístico. Me entrevistarían desde varios medios de comunicación y me pedirían que repitiera la cantinela de "AeroportDeGirona, Digui?"
  
• Mis tres mejores amigos firmarían el proyecto conmigo, aunque la subvención sería íntegramente para mi grupo de trabajo.
  

¿Y a vosotros, cómo os afectaría seguir las reglas del famoseo?