Efectivamente, mis 15 minutos (casi literales) de fama de la semana pasada sirvieron para darme a conocer. Al menos a alguna persona que no tenía bien claro qué
Ayer seguí con migraña, ya en fase ofuscamiento, mareos y náuseas. El hecho de aparecer con cara de zombi y el de
De paso, de esta manera podía ir a la cena con mis compis, sin quedar mal apareciendo a cenar tapas tras estar "de baja por migraña" todo el día, enchufando marronazos a los demás. Salí a las 8:30 del trabajo, me tumbé una horita en la playa, en la arena fresquita, para relajarme, y me dirigí al restaurante cercano donde nos despediríamos de una compañera, que se ha reconvertido a profesora universitaria.
Y fue alli, en la cena de despedida, donde alguien con quien quizá me haya cruzado tres veces en los pasillos a lo largo de estos cuatro meses, con quien jamás intercambié palabra, me saludó al entrar diciendo "Hombre, tú eres la del B*******o!" (proyecto que presentamos la semana pasada). Pues mira, oyes, me hizo ilu. Y encima se enteró de que soy filósofa, como uno de mis compañeros con quien estaba hablando cuando entré en el restaurante, y me sentí menos NiñaDeLosTeléfonos, que a veces es lo que me pregunta la gente que no conoce el entorno de las oficinas: Y tú, ¿estás todo el día cogiendo el teléfono? Debes acabar harta de contestar, ¿no? -pues no, lo cojo si suena o si he de llamar yo, pero no soy telefonista, señora. Deben pensar que porque no friegas suelos lo tuyo no es un trabajo duro.
Ala, vena clasista al canto. Se me ha subido la fama.
O las burbujas del Vichy que me he tomado con la comida hace un rato.
CATEGORIA: MARDITAOFICINA - TOMACULTURA
1 comentario:
Bueno, todos tenemos derecho a nuestro minutito de fama. Algunos se lo toman a pecho y se disfrazan de diana con patas (esto es, entran en Gran Hermano). Qué valientes...
:D
Ya, ya sé que tú no entrarías. Nunca se sabe dónde hay un agente del FBI mirando... :P
:*
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