¿Desastre en casa o ataque pokémon?

Estaba yo anoche, toda hacendosa, preparando unas crepes de jamón y queso y apilándolas en un plato, sobre una olla con agua hirviendo, y tapadas con papel albal (truco para mantenerlas calientes mientras haces todo el lote de crepes) cuando de pronto oigo un ruido y

CHOOOOFFFFF

Cae un chorro de agua del falso techo del lavabo.

Así parece muy bonito, ¿no?

Pero no le vi la belleza de las cascadas de sudamérica, sino más bien parecía un ataque Pistola Agua de algún pokémon furioso.

Totodile lanzando un ataque pistola Agua

Intento cortar el agua, pero no llego a la llave general lo bastante bien como para girarla. Veo que, más que pistola agua, es ya un ataque Hidrobomba

Squirtle aprende hidrobomba

Voy corriendo a coger el taburete y

POF!

me quedo sin electricidad. Lógico, teniendo en cuenta que bastante del agua estaba cayendo por las rendijas del aplique en el falso techo. Ese falso techo donde están la caldera del agua caliente y la cistena del wc. Pero como me pilló el súbito apagón intentando coger el taburete de su escondite bajo la mesa y de pronto no veo nada, pero se caen un montón de cosas que debían estar encima, me pongo a gritar para liberar adrenalina y, un poco, para despertar a Hugo y que me eche una mano. Iluminándome con el móvil, por ejemplo, pues cada segundo es precioso para cortar el agua y que no llegue a empapar y caer a mi vecina. Pero en esos segundos a la vez me imagino a Pikachu usando Impactrueno y acabando de joder la noche.

Pikachu usando Impactrueno

Todo esto serían, como mucho, entre 40 y 90 segundos. Ya sabéis que en casos así el tiempo se detiene y corres por la casa en una realidad paralela.
O algo.
En cosa de minuto - minuto y medio tenía ya el taburete en mano, cortado el agua, una toalla en el suelo absorbiendo parte del agua del parquet y a Hugo despierto, flipando porque no sabía lo que pasaba y yo corría por la casa gritando a oscuras.
Mientras Hugo secaba el suelo con la fregona y yo con la toalla, llamé a V, el chico que me hizo la reforma y con quien he intentado quedar decenas de veces para que acabara cuatro cosas y revisara la caldera, por el hilillo de agua que caía de vez en cuando y que llegó a mirarse por encima y decir que vendría a cambiar una pieza.
Ja!
Por suerte cogió el teléfono en seguida (eran las once y pico de la noche, a menudo a esas horas está trabajando sin cobertura...) pero estaba fuera de Barcelona y me intentó tranquilizar, decir que cortara el agua (hecho!) y que en 30 minutos volviera a dar la luz (no me fiaba, no lo intenté y esta mañana al probar no pude). Que vendría hoy por la mañana en cuanto pudiera (no hecho!). Que tranquila...
Dejé a Hugo todavía recogiendo agua con la fregona y bajé a la vecina, a decirle lo que había pasado por si había oído gritos, y por dónde había caído el agua por si viera alguna mancha de humedad en su techo, que no debería porque lo recogí en seguida.
Volví a casa, cogí las velas, las encendí y con ellas íbamos buscando charquitos dispersos que no se habían secado bien todavía.
Y ya, cuando logramos secar todo más o menos, intentamos salvar la noche en la medida de lo posible.

Nos comimos las 4 crepes de jamón y queso y las dos sin nada, para meterles mermelada, que había logrado hacer. La masa se tendrá que tirar, porque se quedó fuera de la nevera anoche (justo ayer llené la nevera y el tupper grande donde tenía la masa ya no cabía, no quería abrir mucho la nevera para que no se estropeara la carne...)
Parecía que hubiera pasado por allí un Gardevoir. Que es, por cierto, el pokémon con el que me identificaba siempre Hugo.

 Danza Cura (curar un amigo bailando), anulación  de los poderes del enemigo 

e imitación de sus tácticas por empatía... ¿os recuerda a alguien?