19.5.10

Y volvemos a la carga

Rastakid ha hecho las paces con su padre. De nuevo. A ver cuánto dura esta vez antes de que le joda y le machaque la moral.

O quizá no, quizá a la decimosexta vaya la vencida.

Estos dos años más o menos sin contacto con él me han sido un gran alivio, tras la última toma de contacto.

Porque yo dejé de hablarle hace ya unos tres años, pero durante un año más tuve que oír las burradas que le hacía a mi hijo, cómo le minaba la moral, cómo él salía llorando de visitarle y tenía que esconderse con un amigo hasta que se le pasara.

Porque acordaron que Rastakid comiera cada viernes con su padre y la mayoría de veces ni siquiera estaba allí cuando llegaba el chico, y las veces que sí estaba normalmente le daba algo de dinero y que comiera solo en un bar.

Porque su padre le hacía chantaje sentimental usando a sus hermanas, diciendo que venían a verle cada semana y que ya no recuerdan a su hermano, pero cuando Rastakid llamaba para quedar con ellas casualmente no venían esa semana. Ni la siguiente.

Porque cada vez que discutían de algo, su padre renegaba de él y decía que no era su hijo. Y luego le exigía que le tratara con el respeto y la familiaridad que tiene conmigo. Que le dijera dónde iba, que le fuera a visitar cada día. Para volver a pasar de él e insultarle en público al día siguiente.

Y de pronto un día Rastakid no pudo más. Salió de la tienda de su padre y dijo que no le volvería a ver. Y han sido dos años de distanciamiento.

Hasta anoche, que me llamó mi hijo desde un locutorio a decir que estaba con su padre. Le pregunté ¿Y todo bien? y dijo que sí. Y me pidió permiso para llegar media hora más tarde de lo habitual.

Al volver a casa, hablamos un poco del tema. Le intenté sonsacar de qué han hablado, cómo está su padre, etc sin presionar demasiado, y algo saqué en claro pero no mucho. Cuando le quise recordar que no se fiara demasiado de él y que fueran viéndose unas cuantas veces antes de sacar conclusiones, me dijo que no empezara de nuevo. Viva y bravo.

Parece ser que su padre le llamó cuando él lo estaba esquivando por la calle, como siempre que se lo cruzaba, y le dijo que quería hacer las paces porque ya no aguantaba más el no poder hablar con su hijo. "¡Hasta se puso a llorar y todo!" -y cuando puse cara de "ya, ya le he visto hacer eso", Rastakid se enfadó conmigo.

Así que volveré a sentarme a un lado y observar, y decidir no entrometerme, y estar allí cuando mi hijo lo necesite. De momento, preparé la cena en silencio y luego le dije a mi hijo que me alegraba de que volviera a hablarse con su padre... que me alegraba por él y por su padre. Y que me gustaba verle tan contento.

Y en el fondo es verdad. Pero tengo miedo: si nos lían a nosotras, ¿cómo no van a liar a sus hijos?

Espero que no le joda demasiado esta vez.

Sí, es un post bastante inconexo, pero lo he escrito tal cual antes de salir al curro. 
En cuanto Rastakid salió de casa para el instituto y me quedé pensando en toda la historia. 
Ya me entendéis.

4 comentarios:

Poliwhirl dijo...

No sé si las personas tóxicas tienen algo que aportar a nadie, sean parejas o hijos.

No sé hasta qué punto hay que ser buenos con los malos.

Me he vuelto cínica con estas cosas. Hay personas que no tienen solución.

:(

Magda dijo...

Otra vez Hugo tendrá que sacar sus propias conclusiones. Le toca madurar muy pronto, al pobre! Pero sabe que ahí detrás está su madre, que sí que es auténtica y un apoyo de verdad, y que por eso no va a caer y hacerse daño, como mucho un rasguño que le curtirá un poco más.

malaputa dijo...

:*
:*
Uno para cada uno.

Lady Madonna dijo...

Vaya. Difícil situación. Ojalá esta vez vaya en serio, y si no, que Hugo se dé cuenta pronto.

Ánimo ;)

salu2