Sí, la semana pasada estuve en el desembarco pirata contra la SGAE organizado por BarnaMob.
Y no, no había llegado a contarlo por aquí, pero entre Facebook y Flickr, ya se vio bastante. Pero lo resumo rápidamente por aquí, porque estuvo muy divertido y me quedó muy buen recuerdo de esa tarde/noche :)
La primera impresión fue salir del metro en Urquinaona y encontrarme un montón de piratas, más o menos caracterizados, entre la muchedumbre que suele estar a esas horas en la plaza. Saludé a conocidos y acabé de caracterizarme poniéndome el pañuelo, parche y sombrero, y a tomar fotos, que durante la acción no podré!
Al cabo de poco nos convocan a los de organización para sacar las cuerdas y crear los barcos. Mi posición en el barco acabó cambiando a una menos clave, pero poco importa: esté donde esté tengo mis consignas bien claras: controlar mi sección del barco, las entradas y salidas, y mantener un ojo (el que no lleva parche) atento de que no hayan altercados. En definitiva, procurar que se cumplan las normas durante el abordaje y desembarco.
Llenamos de tripulación el primer barco, organizamos un poco el espacio y zarpamos Layetana abajo, mientras una segunda embarcación y creo que una tercera, que no llegué a ver, se iban preparando.
Sí, se me ve en unas cuantas de las fotos de esta composición de Redacción Digital,
camisa verde y sombrero piratón.
Como el camino era largo, teníamos unos timoneles al frente de cada barco y unos vigías / capitanes que, desde fuera, nos comunicaban cuándo venían olas, cuándo tocaba remar más rápido y cuándo podíamos cantar canciones piratas. La gente de la calle alucinaba al ver la Layetana cortada no con pitidos y pancartas, sino con 500 piratas dispuestos a demostrar a la SGAE que usa esa palabra demasiado a la ligera. Una vez llegamos a Correos, las embarcaciones pararon y los piratas desembarcaron, avanzando a pie, armas y MP3s en ristre, para danzar un buen baile pirata, cada uno con su reproductor para que no nos acusen de compartir nuestra música.
En cuanto BarnaMob tenga el vídeo oficial, lo cuelgo por aquí... aunque algo me dice que va para largo!
Bueno, una vez acabada la acción pirata, propuse ir a tomar una copa con Cris y unos amigos suyos. Estella se apuntó también, aunque se marcharía rápido porque tenía prisa. Un tal Mario nos invitó a una rave casera, donde según él llevaban 20 horas de fiesta y el dj 10 horas tocando... Finalmente no pudimos entrar, aunque creo que Estella tiene una foto de Mario intentando entrar en una puerta cerrada, que le llegaba a la cintura, al fondo de un callejón, y la cara de circunstancias y/o descojono de los demás.
Decidimos irnos a un bar, que ya llevábamos un cuarto de hora en el callejón y Estella estaba a punto de marcharse, y al entrar -todavía vestidos de pirata- entre las cervezas de los demás yo me pido un chupito de ron. Risas del camarero, me pone el chupito mientras me cantan "Ron ron ron, el chupito de ron", y al ver que sólo quedaba un "culín" en la botella me invita a dos más... con lo que ya me quedó lo de "Ron ron ron, la botella de ron" y el comentario de que me había acabado una botella de ron a las 7 de la tarde! :P
Estella se marcha, los demás salimos a la búsqueda de Mario y su rave fantástica, encontrándole en otro bar de la zona. Nos lía para que nos quedemos un rato (es difícil liarnos, lo sé :P) mientras insiste a su amigo en que le dejen volver a entrar en la fiesta, ahora con nosotros. Resumiré esa hora en que Mario era clavado a Edu Soto haciendo del italiano Mario Olivetti, que tiene un morro que se lo pisa, que para ligar por la zona de Correos no hay nada mejor que ser o fingir ser milanés, y que Mortadelo no quiere volver a la fiesta porque está de mal humor.
Edu Soto haciendo de Mario Olivetti
Como Mario y Mortadelo se despistaron, en pos de dos guapas italianas, y ya eran las 9, decidimos enganchar con la Nit dels Museus y, si lo lográbamos, llegar al Frozen del MACBA a medianoche. Todavía con 3 sombreros piratas en ristre, aunque ya no plenamente caracterizados, entramos en el Museo Marítimo. Luego, ya de paisano, a cenar a la Rambla del Raval y a correr por el Raval para lograr entrar en el MACBA segundos antes del Congelats per l'art. Entro al hall, miro entre la multitud que no sé si está esperando empezar o acaba de terminar, y suena la señal!
Yo estoy justo fuera de plano, once again!
Y poco más: después del frozen, con tal marea humana ya no encontré a Cris y los demás.
Me di una vuelta por la exposición permanente, dando tiempo a que se despejara algo la rampa al primer piso, y luego disfruté de la fiesta del arte: centenares de amantes del arte, una gran mayoría muy jóvenes, paseando entre las obras, comentando en voz alta sus descubrimientos y riendo, en lugar de la atmósfera religiosa habitual. No es la mejor manera de visitar una exposición que te interese especialmente, pero sí es interesante ver cuánta gente se agolpa en los museos, trazándose rutas cronometradas, para aprovechar estas ocasiones.
A ver cuándo vuelvo al CASM y al CCCB, que llevo unos meses sin ir...
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