4.4.07

Menos mal que me dio un pronto ayer...

Al final no me concedieron el préstamo-puente que solicité para aguantar hasta reunificar las deudas en una nueva hipoteca. Ya sé que lo de reunificar deudas en una hipoteca mayor suena fatal, a timo de la estampita, a cagada suprema, pero precisamente por ello caeré en hacerlo. A través de un banco, eso sí, no directamente con entidades frikis... creo. Pero ahora llevo tres meses arrastrando números rojos de mes en mes, y el pasado ya me llegaron devueltos al menso 7 u 8 recibos.

Por cierto, uno de los recibos devueltos que debía haber pagado ya es el de ONO, pero sigue funcionando mi WIFI y Paramount Comedy, con lo cual ando contenta. Lo iba a pagar todo con el préstamo, cagada.

Pero en éstas que me llegó el fin de semana la tarjeta Bicing (más rápido aún de lo prometido) así que no todo va mal.

Ayer por la mañana tuve un momentazo cibernético, consultando mi cuenta bancaria online, mientras G-charlaba con Satélite (que estaba esperando mi préstamo para decidir si iba a Madrid) y con Magda (que igual me echaba un cable si no lograba el préstamo, a pagar lo más urgente). Ambas me preguntaron a la vez cuánto costaba el billete de bus a Madrid, así que miré y acabé decidiendo, pese a mi saldo, comprar la ida y vuelta más barata (47,71 €) pese a todo.

Aviso: si compras billetes a través de la web de la Estació del Nord, tienes que aceptar por cojones que te entreguen los billetes a domicilio, cargando así el coste del mensaka. Así que tras decidir ir, los horarios y demás, puse un comentario de que iría a recoger los billetes, di a confirmar reserva y llamé al número de información que facilitaban. Por teléfono me dijeron que, efectivamente, esa interfaz es sólo para entregas a domicilio, que me anulaban la reserva y que lo hiciera por la web del autocar (?) ...que tras buscar la de la compañía correspondiente, no funcionaba!

Corriendo me apunté los horarios y precios elegidos, cogí a Hugo y a cambio de llevarnos su bici para hacer el recado, nos plantamos en 20 minutos en la estación. ante Mi Ventanilla, una Cola de unas 25 personasmáquina autoventas con un par de clientes y una sonriente azafata justo al lado de la cola. Mientras Hugo guardaba sitio en la cola, por si acaso, yo logré comprar los mismos trayectos que había visto en la web... ¡por los pelos! En el autocar de ida, logré el último asiento disponible...

Para celebrarlo utilicé por primera vez mi tarjeta Bicing minutos antes de que empezara la tromba de agua de ayer, pero eso ya es otra historia ;-)

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