Tras una copiosa comida familiar con mis padres, abuela, sobrino, hermana, cuñado... y mis tíos ingleses que están de visita, y tras un paseillo por la playa, nos acercaron en coche Hugo y a mí para pillar el tren de vuelta a casa.
La típica histeria de "bajad corriendo que el tren está ya ahí" nos hizo coger el tren equivocado y pasar hora y media en una estación más "de pueblo", como veis...
Aquí, Hugo. En el asiento de detrás, un payés con barretina y tejanos. Preferí no ser demasiado maleducada y (por una vez, aunque el personaje era pintoresco) sólo fotografiar la parte más curiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario