...llegó
...y no sé qué máááás
Llega el Final del Verano, simbolizado en mi caso con la vuelta a casa de mi hijo, la preparación de su fiesta de cumpleaños y el ajetreo del nuevo curso. Es decir, adiós petardeo y romeos varios, hola mi niño, vamos a ser responsables de nuevo.
Este año, por una serie de
Ayer, por ejemplo, llegamos a Barcelona sobre las once de la noche, pero aún así nos fuimos "de fiesta" -él con su patinete y yo con mi libro, vaaale- a dar una vuelta y tomarnos unas copas (coca-cola y birra, respectivamente) mientras hablábamos de... Pokémon.
Y es que mi hijo va camino de ser un friki de Pokémon: de entrada, ya empezó un blog en el que reescribía por posts los primeros episodios, tal como los hubiera preferido. Con el verano, lo dejó de lado -no tiene acceso a Internet allá en ca l'abuela- para dedicarse a hacer sus deberes: escribir entre media y una página al día acerca de lo que ha hecho, en plan
Y ahora, respóndanme todos juntos: ¿a qué ha dedicado su página diaria?
:P
La verdad es que no sólo estoy disfrutando su compañía (durante el verano nos llamamos dos o tres veces al día y nos vemos cada quince días, pero no es lo mismo...). Llegó el punto de necesitarla, de llamarle hasta cinco veces al día para intercambiar tres frases y reírnos. Los últimos días antes de ir a buscarle estaba más emocionada y sobreexcitada que él, creo, dando la tabarra a mi amiga, pero con las ansias también de aprovechar al máximo los últimos días de libertad.
Que debo dejar de decir porque ya me ha preguntado Hugo más de una vez por qué digo a mis amigos que estaré libre tal día, refiriéndome a que no estoy con él. Que si con él no soy libre. Que si...
De todos modos, estos últimos días los he aprovechado bastante... aunque no haya estado contando las batallitas ;-)
Y aún me quedan unos días de compartir palabras clave y secretos con mi hijo (su chiste favorito actualmente es que vamos a hacer un
Y luego empieza El No-Verano: Levantarme una hora antes para preparar al niño para el colegio, acompañarlo, y LUEGO ir a trabajar. No poder escaparme un rato al K. si estoy de los nervios y tengo ganas de bailar, no poder dejarme caer por el M. para ver si está Él o en su defecto Álgún Otro Interesante... Y el trabajo, la rutina, la lucha para que mi hijo haga los deberes, preparar cenas nutritivas y sustanciosas en lugar de pillar un falafel de camino a casa de X...