¡PATOSAAAAAAAAA!

Ayer por la tarde, primer día casi 100% recuperada de la migaña asesina de sábado-martes, y tras lograr que por fin me arreglaran la conexión del fijo de Auna (sin teléfono desde el viernes, y demasiado enferma para reclamar: llamadas, esperas, explicaciones...), iba a recoger a Hugo de La Biblioteca.

Inciso:
La Biblioteca es nuestro centro social últimamente:

• Leemos libros allí para matar horas muertas y no caer en tentaciones de delinquir ir de bares, sacamos libros a pesar de la biblioteca personal que tenemos en casa por acabar de leer (véanse mis posts de septiembre ¬¬)
• Vemos películas allí para matar el tiempo y no delinq... o las llevamos a casa y dejamos acumular el polvo mmientras Hugo se engancha al Cartoon Network y las tengo que ver a última hora un mediodía o devolver sin verlas ¬¬
• Logramos utilizar nuestras 2 horas de internet gratis semanales x pesona en vez de gastar en cibers cada vez
• Quedamos allí si no puedo llegar a tiempo de recogerle al cole,
• Hacemos juntos nuestros deberes, intentando dar ejemplo

Vamos, que incluso hoy, que no llegaba a clase a primera hora por varios motivos, iba a refugiarme allí a leer los Casos Prácticos para la siguiente sesión de márketing, y al verla cerrada (horarios estúpidos distintos según día de la semana) se me hizo raro lo de volver a estudiar en un bar!
[Fin del inciso]
Pues iba yo a recoger a Hugo al la biblio, y -cómo no- leyendo en el metro todo el camino y luego por la calle, cuando recordé que le estoy echando broncas a Hugo por leer al caminar por la calle, aún reconociendo que yo también lo hago y proponiéndome a no hacerlo tampoco. Para, pense. Guarda el libro, no le acostumbres a hacer esto, es peligroso ir así por la calle. Se lo prometiste: si él no lo hace, tú tampoco. Precisamente al lado de su colegio, casi ya en la biblio, guardo el libro en el bolso, no cabe porque llevo el bolso bastante lleno -otros libros, apuntes...- y mientras estoy luchando con el libro tropiezo con una baldosa rota, caigo de bruces intentando frenarme de alguna manera pero con una mano ocupada por el libro (no lo voy a soltar) y la otra pillada en el bolso, haciendo sitio y me estampo contra el suelo.
Resultado:

• Mano derecha: rasguños al frenar un poco la caída cuando llegaba ya al suelo, sacándola justo a tiempo del bolso
• Mano izquierda: tres rasguños más fuertes y que aún duelen, más bien tipo erosión, por no soltar el libro y encima protegerlo del suelo, poniendo mi mano y mi reloj primero, clavándome obviamente el reloj
• Rodilla izquierda: la típica herida de patio de colegio, y eso que llevaba falda larga tejana!
• Cuello: dolor horroroso, tortícolis e inflamación de un tendón al haber quedado todo el peso del bolsón colgando de mi cuello mientras hacía aspavientos para no caer
• Espalda: ayer no me dolía, pero hoy sí, por la tensión del cuello

Definitivamente, tengo que cambiar mi escala de valores y soltar el libro la próxima vez!!!!!!!!