No se trata de que en lugar de acercarme al Día, o al H&M incluso, pueda curiosear escaparates de diseñadores. Ni que se considere barato el menú de diez euros. Lo que me flipa es la cantidad de revistas de inversiones y franquicias que no había visto en la vida!
2 comentarios:
La semana que viene voy a ver un piso de alguien que lo compró porque le sobraba dinero y ahora no sabe si alquilarlo.
Estoy intrigado.
Ví al dueño ayer, de casualidad, no pudimos hablar, apenas, porque no habla cristiano.
El tío tiene ojos vivos, curva de la felicidad... mejor dicho, gran cañón de la felicidad, y un bigote a lo Hercules Poirot. Y sobre todo, traía unas mejillas sonrosadas, como los de la aldea de Astérix, de gente que vive feliz.
Tengo ganas de volver a ser feliz. Lo suelo ser, pase lo que pase, pero llevo un tiempo en el que, como mucho, me paso unas horas a gusto pero no llego a Ser Feliz como antes.
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