Plantación de olvidos y despropósitos

Esta semana Eva me ha dejado plantada a la hora de comer cuatro veces. Tres días que me ha dicho que comeríamos juntas, no me he llevado el Tupper (ya me llegó una búsqueda por 'Tupper oficina') y me llama a la 1 a decir que no podrá venir. También me ha dicho varias veces que pasaría a buscarme a la salida del curro, pero luego no aparecía. Está de exámenes. Sí. Pero si ya sabe que va de culo, que no me jure mil y una veces que mañana sí quedamos.

Como esta mañana, que teníamos que vernos para ir a los Encantes ¬¬

Pero si me sentó mal a la tercera, que luego se solucionó al llamarme Malé para ir a un Japo (el concepto 'no tengo un duro' sigue siendo distinto para ella y para mí), peor me sentó lo de ayer. Estaban en Barcelona Jandro y Totó, dos cubanos que viven en Valencia y que conocí el verano pasado -Uno es el marido de Eva, el otro es el que me rescató de una situación comprometida y me acabó de arreglar la visita a Valencia ;)- y Eva estaba con ellos el jueves por al tarde. Querían quedar para vernos todos, y decidimos que vendrían el viernes a buscarme a la hora de comer: ya me estaba imaginando la sobremesa divertida que tendría, durante toda la estresante mañana del viernes, para que a las dos menos veinte me llame ella a decir que al final no vienen a buscarme, que ellos se iban ya y ella estaba en su casa, no les había visto en toda la mañana. Poco después, se confirma en el trabajo que queda desconvocada la cena de esa noche, para la cual había previsto ya que mi padre viniera a bcn a recoger a Hugo... y además, algo más tarde descubro que la mini mudanza de hoy no se iba a hacer (el novio de Eva tiene que currar hoy y no puede traerse la furgo de la empresa). Se les pasó avisarme a tiempo de buscar una alternativa, quedando mal yo con Malé, ya que está pendiente de que pase a recoger los tres muebles que voy a heredar de su desmantelada casa.

También se suponía que varias personas se apuntaban a venir conmigo a la Maratón del Espectáculo, pero no cuento con ninguna si no me llaman ellos, ya me ha pasado en alguan ocasión lo de esperar a alguien y al final ir sola, tarde, en taxi y encontrarme con las entradas agotadas. (Nota mental: a Magda sí le enviaré un SMS recordatorio, nos invitó a Hugo y a mí a un concierto de un músico Malí buenísimo el viernes pasado)

El domingo, hace más de 10 días que acordé una cena+cine con J., que está de paso y muy ajetreado, y si no se le pilla al vuelo, no se le ve... y tras lograr canguro que luego lleve a Hugo al cole el lunes (si todo va bien) y organizarlo todo, mañana viene mi primo de Madrid con su hijo, y aunque es 'mi primo favorito' con el que pasé la adolescencia, cruzándonos cartas y cantando a dúo los Pecos (sí, a veces se ha de reconocer el pasado oscuro), la ilusión de verle se me corta un poco al ser, como siempre, la última de enterarme de las movidas familiares y al tener que encajar yo en los planes que han hecho los demás. Claaaro, como no tengo pareja, no tengo que consultar nada. Así que, o bien quedo como una borde incoherente al ir a saludar a mi primo al aeropuerto, tomarme unas cañas con él y unos tíos nuestros, y luego volver a Bcn y esperar a que mi padre me traiga a Hugo (a tiempo para dejarlo todo montado y llegar al cine a las 8), o bien me callo, voy a ver a mi primo, voy en coche a casa de mis padres (a 70 km. de Bcn), como con mis padres (que no con mi primo: la idea es que en el viaje en coche podré hablar con él, pero él se queda en casa de otros tíos) y salgo cagando leches con Hugo, a ver si llego a Bcn a tiempo para montar todo el tinglado... pero sin saber qué excusa dar, porque yo suelo volver a Bcn a las 8 o 9, llegando tarde/noche a casa, y para estar en el cine a las 8 tendría que salir de casa de mis padres a las 4:30 como muy tarde. Y no me apetece volver a explicarles que he quedado con un amigo, porque todo son preguntas y porque cada vez que quedo con este tío, mis padres montan un plan de última hora que me desmonta los preparativos.

Como dicen por ahí, todo pasa en el peor momento.

Menos mal que esta noche lo olvidaré todo en La Maratón -si no la cierran por amenaza de bomba, o a saber...