En parte, el silencio de estos días es porque estoy muy ocupada en horas de trabajo (haciendo de técnico de gestión y también haciendo de friki, como os contaré en un momento) pero por otro lado porque me veo envuelta en varios problemas propios y ajenos.
Pero lo más duro de la semana ha sido una recaída muy fuerte de un amigo alcohólico, a quien voy visitando para intentar hacerle entrar en razón mientras le caliento caldos y sopas de tetrabrick que almacena en la cocina como único sustento, junto al pan fresco que le subo en cada visita. No puede comer nada más, en el estado en el que está, y esto a duras penas. Su mujer, desde Inglaterra, me va llamando para saber cómo sigue, para pedir que vuelva a verle, para que intente ingresarle en algún hospital o centro, mientras él se resiste a moverse del sofá.
El sábado la cosa empeoró y me encontré con dos mensajes en el móvil pidiendo que llamara una ambulancia para ir a recoger a mi amigo, ya que ella se temía lo peor. Fui a su casa a intentar meterle en un taxi y a urgencias, pero me lo encontré caminando encorvado por su calle. Al verme, quiso huir por un callejón, le cogí del brazo para llevarlo a la calle principal, diciendo que íbamos a coger un taxi para el hospital ya que, además de estar bebiendo, está muy débil desde hace días. Me empujó y se encerró en su portal.
Su mujer me volvió a llamar mientras yo pensaba en qué hacer, a quién llamar para ayudar, y me fui a buscar un amigo en común, F (más amigo de él que mío, también de AA pero ahora muy estable y lúcido) que fue mi salvación: a él sí le abrió la puerta, aunque mientras volvíamos a su casa él me envió un sms disculpándose pero negándose a ir a ningún hospital. Estuvimos unas dos horas de charla con él, intentando hacerle bajar el nivel de tragos ese día y comer poco a poco, que le acompañaríamos al hospital si iba ahora pero que si no, acabaría en otros centros peores. El amigo sabía exactamente por lo que estaba pasando y cómo tratar el tema, y realmente me he reconciliado con él gracias a esto (es el ex de alguien muy cercano que lo pasó mal por sus adicciones, pero ahora está rehaciendo su vida... y es un buen apoyo en este caso)
Anoche volví a visitar a mi amigo, a ver si había comido algo más, cómo estaba... pero no contestaba. A F tampoco le había abierto la puerta ni contestado cuando fue un par de veces antes, por lo cual estábamos preocupados. Le volví a llamar al móvil y dijo que estaba en el hospital, que había llamado a una ambulancia y le tenían ingresado.
Hoy iba a pasar a verle, pues trabajo al lado del hospital, pero me ha avisado su mujer de que le han dado el alta anoche y por lo tanto está en casa otra vez, con una medicación muy fuerte (espero que los antialcohol de los que le estuvimos hablando, y por los que han pasado muchos de mis amigos) y que está muy débil, tomando potitos de bebé.
De nuevo me piden que vaya a verle, pero hasta las 6 no puedo. F no tiene el móvil conectado, y además hoy tenía bastante lío de obreros y visitas, supongo que pasará por allí durante el día si se entera de que J ya no está en el hospital.
El suspiro de alivio de ayer al saber que estaba ingresado, ha sido muy breve.
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